Diciembre 2024 - Recomendación de la A.E.C.C.
Los factores culturales y sociales influyen directamente en los niveles y hábitos de consumo de alcohol. Aspectos como el nivel socioeducativo, la disponibilidad de alcohol, el desarrollo económico y las políticas sobre su consumo son determinantes.
Existe un claro aumento en la prevalencia del consumo entre jóvenes que observan a sus progenitores consumiendo alcohol de forma habitual.
A nivel social, el consumo de alcohol está tan normalizado que puede banalizarse, reduciendo la percepción de los riesgos asociados. Los jóvenes lo ven como algo común tanto en su entorno social cercano como en su familia, lo que refuerza esta conducta.
El alcohol y su vínculo con el cáncer:
El consumo de alcohol está relacionado con la aparición de varios tipos de cáncer:
- Boca, esófago y garganta (faringe y laringe)
- Hígado
- Intestino grueso (colon y recto)
- Mama
El etanol del alcohol se convierte en acetaldehído, una sustancia cancerígena que puede dañar el ADN de las células, inducir cambios en ellas y aumentar el riesgo de cáncer. Además:
- Puede causar daño en las células hepáticas, provocando cirrosis y aumentando el riesgo de cáncer hepático.
- Incrementa los niveles de hormonas, como los estrógenos, lo que puede aumentar el riesgo de cáncer de mama.
La prevención es clave
Es fundamental desarrollar estrategias de salud pública para concienciar sobre la relación entre el alcohol y el cáncer, especialmente entre los jóvenes. Su percepción del riesgo es mucho menor, pero el daño comienza desde los primeros consumos y puede tener consecuencias fatales a largo plazo.
Proteger la salud de las futuras generaciones empieza hoy.